Soc-RAFAEL QUINTERO- La cuestion Regional

LA CUESTION REGIONAL

Lo Regional, ha sido tratado como regionalista, como si fuese un problema ideológico, casi consubstancial a Sierra y Costa, como si fuesen entidades que existieron siempre y se les otorga el carácter de sujeto histórico que en medio de un darwinismo social se enfrentan en la lucha del más fuerte.

Los autores, Quinteros/Silva, buscan plantearse lo regional en busca de crear un nuevo modelo analítico.

Costa y Sierra, deben ser pensadas como creaciones históricas (1895) y no como entidades socioeconómicas existentes desde épocas inmemoriales.


La región no es un artefacto de la política, una entelequia ni una forma de análisis político, es una realidad compleja.

Lo regional es una constante analítica, nada puede estudiarse olvidando esta particularidad que caracteriza a nuestro país como una estructura social global regionalizada en que incluso al interior de sus provincias o ciudades podemos encontrar micro regiones.

El capítulo que vamos a analizar, XIII, es monográfico, lo cual explica su carácter autocontenido, no es un análisis de coyuntura sino una análisis regional.



QUE DEBEMOS ENTENDER POR REALIDAD REGIONAL

"La lucha entre comerciantes guayaquileños e industriales serranos no puede ser entendida como la contradicción de interese entre importadores e industriales potenciales, sino como la manifestación de dos tendencias históricas localizadas en ámbitos regionales diferenciados en el seno de la formación social ecuatoriana, tendencias que delataban la ausencia de unificación nacional de las clases dominantes, la inexistencia de un proyecto nacional, y que a su vez nos dan cuenta de la capacidad de convocatoria de las clases dominantes regionales respecto de las clases subalternas.

Dos son las condiciones que José Luis Coraggio establece para catalogar una Cuestión Regional:

1) que se constituya como cuestión de Estado, es decir que exija una resolución política,

2) que tenga una carácter reproductivo. [los autores citan a Coraggio, 1981:21] "Se trataría de una contradicción que las estructuras de la sociedad procesan, reproduciéndola, sin poder resolverla dentro de sus propios límites estructurales" (p.169)






FRACCIONAMIENTO REGIONAL DE LAS CLASES SOCIALES EN EL ESTADO OLIGARQUICO

I. CONDICIONES DE PRODUCCION DE LOS CONFLICTOS REGIONALES

A. INTRODUCCION

El capítulo trata de explicar los conflictos económicos y políticos suscitados entre las fracciones de las clases dominantes a la luz de una problemática: la cuestión regional.

Múltiples conflictos permiten visualizar la persistencia de la regionalización: conflictos entre industriales serranos e importadores costeños (instalación de fábrica de llantas en el Azuay), entre ingenios azucareros e industriales textiles (por instalación de moliendas de trigo y el surgimiento de un efímero movimiento federalista), la instalación del Parlamento Regional en Guayaquil en 1959, reunión de los Consejos Provinciales del Litoral, etc.

B. SITUACION DE LA INDUSTRIA AZUCARERA Y TEXTIL EN EL
CONTEXTO DE LA REGIONALIZACION

El contexto estuvo condicionado treinta años antes por la crisis interna producto de la caída del mercado del cacao, la devastación de las plantaciones y la depresión mundial de 1929, en lo político por la resurrección política de los terratenientes serranos (viabilizada entre otras cosas por la crisis económica de la burguesía costeña), que estuvieron presentes en el gobierno juliano (1925) inspirado por Luis Napoleón Dillon, gerente de La Internacional.

Estos procesos tuvieron implicaciones decisivas en el desarrollo de una industria más regional que nacional.

En 1921, a propósito de la crisis cacaotera, el Estado tomó medidas para "proteger la industria" (devaluación, restricciones a la importación). Tamayo promulgó la Ley de "Fomento del Desarrollo de Industrias", ley que a la larga favoreció más que al desarrollo de la industria a los propietarios serranos dueños de establecimientos textiles.



La política de los terratenientes serranos afectó a la industria alimenticia costeña, y no sólo a los ingenios, a quienes les perjudicó el incremento de los aranceles.

La oscilación de la política económica, de la protección a la industria serrana, a la protección de la industria costeña, tiene su base en el pacto oligárquico entre las clases propietarias regionales en 1912, y sellado cuando a través de Velasco Ibarra en 1933, los serranos recuperaron la cúpula del Estado.

Arroyo del Río favoreció a los industriales azucareros, lo cual sin embargo no significó el desarrollo de esa industria, era más barato importar que producir, algunos pro hombres del clan azucarero obtuvieron el monopolio de la importación de azúcar, lo cual evidencia el retraso tecnológico del sector.

La segunda guerra mundial significó una coyuntura favorable para la exportación de arroz, lo cual puso en el interés estatal apoyar el sector exportador del litoral en desmedro del sector industrial serrano: se abolieron controles a las importaciones (decretados en 1937), se devaluó la moneda y se suprimió toda medida proteccionista a la incipiente industria.







2. FRAGMENTACION REGIONAL DE LAS CLASES PROPIETARIAS

Esta fase atestigua un incremento de la producción industrial: las fábricas se triplican entre 1948 y 1965, aumentó el desarrollo del capitalismo en el campo, se duplicó la producción industrial de 1950 a 1961, la tasa de crecimiento industrial fue de 8.8 % (1950-1955), y 7,8% (1956-1960) mientras la tasa de crecimiento poblacional fue del 3.1%.

Sin embargo, la industria solo significaba el 15% del PIB, y de él, el 75% corresponde a la artesanía por lo que no se puede hablar en rigor de expansión industrial sino de crecimiento de producción manufacturera.
En Guayas se invertía el 50% del capital industrial y en Pichincha poco más del 35%.

Se evidencia una falta de homogeneidad de los industriales ecuatorianos en la existencia de dos tipos de fábricas: aquellas de propiedad de los terratenientes y las de los comerciantes.

La producción industrial costeña se evidencia más diversificada, desarrollada y eficiente, se crean imperios económicos (Noboa) que se apropian de los excedentes de la producción y exportación bananera creando verdaderos oligopolios que dominan el mercado, establecen sus condiciones y sus industrias (ingenios azucareros, cervecerías, piladoras, moliendas, etc.)
3. LA INDUSTRIA AZUCARERA EN EL CONTEXTO DE UNA CONSOLIDACION DEL LITORAL COMO REGION

A fines de los años 50 nos encontramos con una coyuntura que favorece la exportación. Se intensifica la demanda del banano (enfermedades en Centroamérica), por lo que se amplia el cultivo de la fruta. Con el auge bananero se fortalecen las fracciones de la burguesía ligadas al comercio exterior y se produce una consolidación regional que se plasma en luchas reivindicativas en defensa de intereses económicos regionales que se cristalizan en el nacimiento de partidos políticos de corte regional como el CFP, de organismos como la Cámara de Agricultura del Litoral.
De la crisis cacaotera de los 30, para 1959 la burguesía comercial sube nuevamente la cuesta de la fortuna.

El auge exportador primero del arroz y luego del banano desarrolló una incipiente industria en la década de los 30. Parte del capital comercial y financiero, pasó a transformarse en capital productivo-industrial.

este proceso estaba muy lejos de ser experimentado en la industria textil de la sierra.

El Ecuador, de importador de azúcar en los años 40, se transforma en 1959 en exportador pasando de 9.500 toneladas a 14.744.



4. LA INDUSTRIA TEXTIL SERRANA EN EL CONTEXTO DE UNA DESARTICULACION REGIONAL.

a. La política de fomento industrial y la crisis textil

El agro serrano está aún dominado por relaciones de producción pre capitalistas, se habían iniciado entregas de huasipungos dando comienzo a un lento proceso de transformación.

Azuay y Cañar atraviesan una aguda recesión por la caída en el mercado de los sombreros de paja toquilla. Los textiles de la sierra centro norte se encuentran afectados por el contrabando de Colombia.


La sierra, a diferencia de la Costa exhibe todavía un proceso de desarticulación regional determinada por la débil cohesión de las clases propietarias de la región en torno a las políticas públicas, desarticulación esta compensada por la unidad ideológica de la clase dominante serrana.

En 1.957, Camilo Ponce, promulga la Ley de Fomento Industrial, que a diferencia de la promulgada en 1921 que favorecía a los industriales serranos, ésta pretendió favorecer a los industriales modernizantes tanto de sierra como de costa.

Uno de los proyectos beneficiados por esta Ley fue la instalación de la llantera ERCO en el Azuay asociada a la explotación cauchera del Oriente.
Un estudio de la CEPAL revela que en la década del 60, el 90 % de la industria textil se concentraba en la Sierra y el 70% en Pichincha, sólo el 44 % de la materia prima que consumía era nacional por lo que dependía fuertemente de las importaciones.















b. Las políticas estatales de fomento agrícola: el caso del algodón.

El Estado impulsó la creación de organismos descentralizados, instituciones de fomento como la Comisión Nacional de Algodón, la Comisión nacional del Trigo, las de Café, Banano, Renovadora de Cacao, etc.

La CONDAL (Comisión Nacional del Algodón), buscó apoyar el desarrollo del sector: se organizó la importación de semillas del Perú, se organizaron cooperativas para facilitar uso de los créditos, sin embargo los resultados fueron más bien pobres, y, precisamente la ineficiencia de ese organismo para estimular al agricultor manabita pero finalmente en beneficio de los industriales textiles de la sierra dieron argumento para el ataque de la prensa costeña.



















II. EL CONFLICTO ENTRE LAS CLASES DOMINANTES REGIONALES EN TORNO A LA INSTALACION DE LA INDUSTRIA LLANTERA.

A. Articulación regional y movimiento regional

Al afectar la instalación de esta fábrica los intereses de los importadores, estos iniciaron una campaña contra la política proteccionista del estado en beneficio de la sierra. La Asociación Ecuatoriana Automotriz (organizada en la costa) en carta al Presidente de la República afirmaba que el Ministro de Fomento ha hecho gala de una desafiante parcialidad...
El conflicto de la llantera provoco la articulación de las clases dominantes y las clases subalternas tanto de sierra como de costa.
B. Región y representación política

La instalación de la llantera no constituyó sólo un conflicto entre expresiones regionales sino que delató la persistencia de la regionalización y evidenció el carácter reproductivo de la contradicción entre los grupos dominantes regionales.

Es un conflicto revelador de la existencia de un Estado que lidiaba directamente con los conflictos desatados en el terreno de la sociedad civil. Los partidos políticos se encuentran fuera de esta pugna, están atravesando una severa crisis que los mantenía divididos: el conservador en 6 fracciones, el velasquismo en 3, el socialismo en 2 (Cornejo y Manuel Agustín Aguirre), el CFP en 2. Sólo el Liberal permanece unido y busca presencia nacional.

La crisis de los partidos se manifestaba también en la proliferación de organizaciones que surgían de la división o de nuevas iniciativas: Partido Conservador Auténtico, Movimiento Patriótico Popular, Núcleos Populares de Derecha, Partido Revolucionario Integral, Movimiento Federalista, Unificación de la Grandeza Moral Ecuatoriana.







III. EL CONFLICTO ENTRE LA INDUSTRIA TEXTIL SERRANA Y LA INDUSTRIA AZUCARERA COSTEÑA EN TORNO A LA IMPORTACION ARPILLERA DE YUTE.




Ponce Enríquez, 1959, levantó la orden de suspensión de importación de yute de la India por gestiones de la Cámara de Comercio del Guayas. Los industriales serranos pedían se revoque la medida que afectaba a su producción y exigían se apoye a que los envases utilizados sean de lienzo confeccionado con algodón nacional para favorecer no sólo la industria textil sino la producción algodonera nacional.


En Pichincha se dieron movilizaciones, protesta y huelga de los trabajadores o contra el patrono sino contra las medidas gubernamentales, lo cual articuló a obreros y patronos haciendo un solo frente contra los comerciantes e industriales costeños.

Este nuevo conflicto, delata la defensa de intereses regionales distintos que obedecían a diversos y peculiares procesos históricos de la configuración de las clases dominantes regionales y de formas de articulación con los sectores subalternos.

En Guayaquil, se creó el Movimiento Federalista, opuesto a centralismo, se creó la ánfora en que se depositaba el sucre federalista.
La provincia de Los Ríos apoyó el movimiento. El Universo reafirmaba la autonomía de "Guayaquil Independiente" diferenciando anticentralismo de antigobiernismo y añadiendo que el único federalismo de hecho sería la montonera federalista. Paralelamente se convocó una Asamblea de Consejos Provinciales del Litoral, los legisladores costeños pensaron a su vez en la posibilidad de un Parlamento Regional.

El conflicto evidenció el carácter mediador de Ponce que busca satisfacer las aspiraciones de los dos sectores en conflicto, decisiones que, en ultima instancia beneficiaron a la industria costeña.



CONCLUSIONES



¿Cuáles fueron las diferencias en sus vínculos políticos entre las regiones y el Estado en la coyuntura analizada?



En el caso de la LLANTERA, la vinculación Estado-intereses industriales regionales fue directa, la mediación de los trabajadores sindicales fue insignificante. Existió una articulación regional más clara aunque evidenció debilidades.




En el caso de los TEXTILES, el conflicto se alarga mucho más que en el caso de la llantera, el Gobierno tiene más oscilaciones. La articulación de los industriales textiles con los trabajadores -fuerza de presión más poderosa- produce la diferencia. Evidenció una débil articulación regional serrana. Si bien no convocó a otras fuerzas regionales, se definió como un hecho regional

La articulación permitió que se amplíe el ámbito de las reclamaciones sociales. Sólo los agricultores manabitas mantienen su independencia reivindicativa.




Las decisiones disparejas del gobierno social cristiano se explica en el pacto oligárquico que se selló años antes entre la burguesía comercial bancaria y la clase terrateniente.

Se debe tomar en cuenta la diversificación socioeconómica que se estaba desarrollando al interior de la clase terrateniente serrana.











Otra diferencia importante es la referida a la convocatoria y movilización de los sectores subalternos y dominantes de las dos regiones:

En Guayaquil la convocatoria es amplia, popular-regional que apela a la identidad regional, buscan crear consenso civil y regional. Su característica común fue su oposición al centralismo y la reivindicación de la región como espacio político y económico autónomo. Su contenido más democrático tiene una razón histórica: la activa participación de los sectores subalternos en las conquistas de la burguesía, lo que les da mayor tradición asociativa.



En la Costa, encontramos una consolidación regional que se expresó en la constitución de organismos corporativos del litoral, creación de entidades autónomas, establecimiento de partidos políticos de asiento
regional, etc.















En la sierra, no se busca ni diseña una convocatoria que mezcle por igual a patronos y obreros. Aunque articulados, industriales y trabajadores reclamaron sus reivindicaciones por separado. El corte étnico, el racismo-elitismo de la clase terrateniente impide una concepción más democrática y una diferente y más profunda articulación.











No obstante que el desarrollo capitalista se acentúa a partir de 1948 y produce homogeneización en las estructuras económicas y tiende a unificar el sistema político, no redujo la importancia de la cuestión regional.


Se constata como la carencia o debilidad coyuntural de representación política en la cúpula del Estado incita la creación del movimiento federalista a fines de los 50´.







Si entendemos por FEDERALISMO una división de Poderes entre los gobiernos regionales y el Gobierno central que en sus respectivas esferas sean mutuamente dependientes e igualmente supremos, debemos concluir que en Guayaquil no se propuso el sistema federalista. El objetivo de la oligarquía guayaquileña era alcanzar un mayor control financiero de los grandes fondos generados en la costa, para lo cual buscaba mantener cierta autonomía de acción regional y por ello planteaba la descentralización gubernamental dentro de un sistema político unitario.





La lucha por la descentralización que se combina con la lucha contra el autoritarismo en el Estado tenía al menos en potencia un ingrediente democrático manifestada en la organización de nuevas formas de consenso en la sociedad civil regional.














El hecho regional analizado no fue, sin embargo, determinante del desarrollo de una contradicción de clases sociales antagónicas, al contrario, permitió que:

a) en torno a los dos oponentes dominantes se agrupen un gran número de sectores sociales, incluyendo los sectores explotados; y

b) que las clases gobernantes usen esta cuestión regional, a nivel ideológico, para captar el apoyo de sectores ya organizados de las clases subalternas urbanas, lo cual revela la relativa falta de independencia de clase de estas y sobre todo de sus dirigentes.



Es en la coyuntura de los años 50 en que se expresó de forma muy concentrada, el juego de contradicciones sociales que delimitaron no solo la estrechez del desarrollo político democrático sino que pusieron en evidencia superestructuras políticas regionales en la resolución del problema central de la democracia ecuatoriana: la configuración de un sistema de representación política que tiende a modificarse desde entonces, a nivel nacional y regional, en función de intereses y condiciones regionales y no sólo nacionales.