MICHELL FOUCAULT, Las Palabras y las Cosas

MICHELL FOUCAULT (1926-1984)
Las Palabras y las Cosas


EL ORDEN

El orden de las cosas (que nosotros considerábamos como su ley intrínseca) para Foucault “solo existe a través de la retícula de una mirada, una atención, un lenguaje”. No tenemos una “experiencia pura del orden”. El orden que supone ser la base positiva sobre la que se construyen las teorías no está inscrito en las cosas mismas, sino que es instaurado por las prácticas discursivas que se forman en el a priori histórico de un momento cultural.

El objetivo de Foucault en Las palabras y las cosas es mostrar dos discontinuidades en la episteme de la cultura occidental entre:
• la época clásica, SXVI, en la cual desde el proyecto de análisis de la representación hasta la mathesis universales prevaleció la concepción del orden, de la homogeneidad y,
• el SXIX, los umbrales de la modernidad SXIX

Entre éstas dos épocas, Foucault observa un cambio radical en el modo de ser del “orden” a partir del que pensamos el cual se ha alterado profundamente. El campo epistemológico se evidencia fraccionado y, la episteme moderna deja de ordenarse según el ideal de la matematización.

Es justamente el retiro de la máthesis, del orden lineal, del campo unitario lo que permite la aparición del hombre como objeto del saber y el surgimiento de las ciencias humanas que se dirigen al hombre en la medida en que éste vive, habla y produce, que se dirigen al hombre, a ese ser vivo que desde el interior de la vida constituye representaciones y a partir de las cuales se representa la vida.

Las ciencias humanas, se colocan en el instersticio, en el volumen del triedro conformado por 1) Las matemáticas y físicas (orden, encadenamiento deductivo); 2) Las ciencias del lenguaje, la vida la producción y la riqueza (relaciona elementos discontinuos pero análogos y busca relaciones causales) y, 3) la reflexión filosófica (lingüística, biología y economía).

Con Foucault parece sustiturise la cuestión tradicional “que es pensar” por la cuestión “que es hablar”. A la pregunta de Nietzsche ¿Quién habla? que Mallarme respondió “la palabra”, Foucault agregó que: “Toda la curiosidad de nuestro pensamiento se centra ahora en la pregunta; ¿qué es el lenguaje, cómo abordarlo para hacerlo aparecer en si mismo y en su plenitud”.

En el planteo de Foucault:

• Las palabras están al origen de los objetos. Los discursos no son un conjunto de signos que remiten a contenidos o representaciones; sino “prácticas que forman sistemáticamente los objetos de que hablan”.
• Un discurso es irreductible a la lengua y a la palabra porque es algo más que un conjunto de palabras para designa cosas.

Así, una práctica discursiva es el lugar donde se forman o deforman los objetos accesibles al pensamiento.
La noción de episteme en Foucault no es una visión del mundo ni una estructura de pensamiento, ni siquiera un tramo histórico común a todos los conocimientos de una época dada. Episteme “son las prácticas discursivas que dan lugar a figuras epistemológicas, a ciencias, y eventualmente, a sistemas formalizados”.

El episteme es un dispositivo específicamente discursivo, que tiene que ver con los enunciados dentro de una teoría científica. El dispositivo que después conforma, está determinado por las prácticas sociales y el poder que las atraviesa, a través de formaciones discursivas y no discursivas.

Para el pensamiento clásico, lo discursivo sería el soporte de la institución, mientras que para Foucault sería todo lo que el individuo aprende y que lo constriñe.

En relación al discurso científico Foucault no busca formular una normatividad, sostiene que “el mapa de las maneras de pensar” es algo que debe rehacerse en forma permanente, deja de lado el discurso científico (común al pensamiento positivo) cuestionando los esquemas generales, dispersándolos, abriéndose a otras cuestiones. Foucault invita a pensar de otro modo lo que ya se pensaba y de percibir desde un ángulo diferente lo que ya se ha hecho, observando cómo los discursos científicos están detrás de la relación saber-poder. Se trata de “problematizar las series, los cortes, las desnivelaciones, los desfases, las especificidades cronológicas de tal forma que una historia general desplegaría el espacio de la dispersión”.

FOUCAULT SOBRE LAS PALABRAS Y LAS COSAS

En “las palabras y las cosas” dice Foucault, “intenté describir tipos de discursos pues me parece que la clasificación institucional, enciclopédica, pedagógica de las ciencias, (por ejemplo biología, psicología, sociología) no da cuenta de fenómenos de agrupamiento más generales que pueden ser detectados. Traté de aislar formas normativas y regladas de discursos. Por ejemplo, en los siglos XVII y XVIII existió un tipo de discurso que era a la vez descriptivo y clasificador. Intenté mostrar como en el siglo XIX un nuevo tipo de discurso o varios nuevos tipos de discursos estaban a punto de formarse, de constituirse, y entre estos tipos de discurso figuraba el de las ciencias humanas”.

Jamás pretendí, continúa Foucault, “resolver en éste libro el problema de saber en torno a que realidades históricas se articulaban estos discursos, ni cual era la razón profunda de los cambios que se podían observar en ellos, es una descripción deliberadamente superficial”.

“Tras haber analizado los tipos de discursos, intento ver como éstos pudieron formarse históricamente y sobre que realidades históricas se articulan. Lo que denomino “arqueología del saber” es la relación que existe entre estos grandes tipos de discursos que se pueden observar en una cultura determinada y las condiciones históricas, económicas y políticas de su aparición y de su formación. De este modo Las palabras y las cosas se ha convertido en la Arqueología del saber”




LA HISTORIA

Foucault niega la continuidad de la historia y busca los límites del proceso histórico, sus puntos de inflexión, “ese desplazamiento de lo discontinuo: su paso del obstáculo a la práctica (…).


NOTAS FINALES

• La historia del saber no puede hacerse sino a partir de lo que le fue contemporáneo, no en términos de influencia recíproca sino de condiciones de posibilidad.
• El modo de ser de las cosas y del orden que se les atribuye y así las ofrece al saber” se altera de una epistemología a otra.