Soc - APUNTES SOBRE ECONOMIA

ALGUNOS APUNTES SOBRE ECONOMIA

La premodernidad, o época feudal, se caracterizó por mantener un tipo de economía autárquica, es decir de autosustentación. Los señores feudales, producían y reproducían su riqueza al interior del feudo, el comercio era muy limitado y la posibilidad de intercambio tenía la figura básica del trueque.

Los viajes hacia fuera del territorio feudal, que incluso alcanzaban horizontes lejanos de otros países, fundamentalmente orientales, gracias a los descubrimientos tecnológicos que permitían hacer esos viajes cada vez más seguros y a sitios más lejanos, permiten el constatar la existencia de excedentes que podían ser comerciados. La burguesía comercial encuentra en ese momento su etapa de nacimiento y consolidación. Se inicia la era del comercio y fundamentalmente la del surgimiento de las ciudades (burgos) que se convertirían en el centro por excelencia del intercambio.

A éstos momentos, se añaden otros que significarían verdaderos hitos en el desarrollo de la humanidad y en el paso de su etapa premoderna a la etapa moderna o capitalista, entre esos vale la pena destacar la ruptura religiosa llevada adelante por Lutero y Calvino dentro de lo que se conocería como la Reforma Protestante y en la que muchos ven el aparecimiento del llamado espíritu capitalista, la ruptura política que tuvo su momento de mayor esplendor en las luchas campesinas de Alemania, y la Ruptura Ideológica de los siglos 15 y 16 protagonizada por Nicolás Maquiavelo y su teoría sobre la construcción de los estados.

Todos estos grandes momentos, debemos entenderlos inscritos dentro de la etapa del Renacimiento, que tuvo sus dos grandes concepciones: la del naturalismo y la del humanismo.

Así, el mundo entero, abandonará la explicación de todo a través de Dios y buscará entender la naturaleza y entenderse a si mismo a través de lo humano. Es el momento en que el hombre se torna objeto de conocimiento y que por tanto dará paso a las filosofías de corte materialista.

El Estado Absolutista, se constituirá en el Estado de Transición hacia la construcción del moderno estado democrático.

En medio de todos estos cambios, tiene un rol fundamental la revolución industrial, el desarrollo de las fuerzas productivas, el desarrollo del mercado.




A tal nivel había alcanzado dentro de la sociedad el desarrollo de la burguesía mercantil primero y la industrial después, que hace ya largo rato histórico, la posibilidad del trueque como forma y medio de intercambio había evidenciado su limitación.


Era el momento de entrar a la economía que busque un nuevo referente económico, y este sería encontrado en el patrón oro, y éste, fue escogido en tanto es el único metal inalterable aún en su mínima subdivisión, y sus características permanecen siempre iguales, invariables en cualquier punto del planeta. Por ello su escogitamiento.

El intercambio a partir de esa etapa, se hará fundamentalmente tomando como referente tal metal, por ello, la colonización española de América, tendría entre sus primeros objetivos el de exfoliar de metal precioso al nuevo continente. No son pocos los autores que demuestran que es gracias al metal americano, que se dio la fuente a la acumulación originaria de capital y con ello la posibilidad del aparecimiento y consolidación del capitalismo.
La progresiva dificultad de contar con el oro físico para hacer las transacciones económicas, encontrará su salida en la moneda, como instrumento de soberanía en el intercambio y como expresión de riqueza de un estado nacional. El dinero así, se convertirá en un patrón de precios, medida de valor, medio de circulación, medio de atesoramiento y medio de pagos.

El control de la economía aparece en un primer momento como caotizado, inexistente, tal parecería que esta es dirigida exclusivamente por los intereses individuales. Hasta entrada la primera etapa republicana del ecuador, aún tenían los bancos privados la posibilidad de emitir su propia moneda.

La Economía era estudiada ya como una ciencia, pero no será sino cuando ingresa la Economía Política, cuando se inicia el profundo estudio de los indicadores macroeconómicos y microeconómicos como parte de un proceso histórico, en medio de la dinámica del desenvolvimiento social, del desarrollo de sus fuerzas productivas, de la forma de posesión de los medios e instrumentos del trabajo.

Los economistas clásicos tomarán partido en similar orientación ideológica que el liberalismo político y encontrarán en el mercado el gran ente regulador de la economía.

Oferta y demanda como los grandes árbitros de todo proceso económico. El dejar hacer y dejar pasar, no será sino la máxima que pretende significar el dejar al mercado libre, sin sujeción alguna, sin restricción de ningún orden. Adam Smith y Ricardo, serán los precursores de esta línea maestra de la economía.

Sin embargo, el mercado se demuestra erróneo, imperfecto, desigual y todo ello por la división social del trabajo, por la división internacional del trabajo que encuentra en los diversos países diferentes formas de incorporarlos al mercado y se crean así los productores del sector I y los del sector II, los que producen bienes de capital y de consumo y los que se limitan a la producción de materias primas.

Todo esto romperá la magia del mercado, que para existir, requiere de una apertura mundial en todos sus órdenes, de un equilibrio básico hasta mediados de este siglo inexistente.

La crisis de los años 30, que prácticamente rompe la economía del imperio norteamericano y de Wall Stret, harán que en forma coincidente al emerger de movimientos de liberación nacional que se darían en todo el mundo y que encuentran su inicio en América en la revolución cubana y su etapa de cierre en la llegada de Allende a la presidencia de Chile, obligan a repensar el rol del estado dentro de las regulación de la economía nacional, así, surgirá, nuevas tendencias que en el caso de América tiene su mayor exponente en el pensamiento de Keynes y en el famoso modelo cepalino de sustitución de importaciones.

Mientras esto ocurre en el mundo occidental, el mundo del este, donde se implementó el modelo socialista de economía planificada y centralizada de estado, donde se inicia el proceso de industrialización a marchas forzadas, que a diferencia del modelo occidental que tiene como su pilar básico la demanda, en el caso socialista se orienta por la oferta, por ello su crítica permanente al modelo consumista occidental.
La esfera socialista vivirá su mayor esplendor en la década de los sesenta en la cual no solo se consolida como una gran potencia militar sino que incluso es capaz de tomar la delantera en la lucha por la conquista del espacio. Sin embargo, aún desde esa etapa, se vivía distintas modalidades de lo que se conocería como economía sumergida que será de claro corte capitalista.

Será al final de la segunda guerra mundial, que el mundo se encuentra con que el patrón oro es impracticable, que es el momento de tomar un nuevo referente económico. Este el momento de la consolidación del dólar como referente mundial de riqueza, solvencia e intercambio. La carta de creación del fondo monetario, en su art. 7, señala ya la necesidad de eliminar todas las barreras al libre comercio y a la libre producción, circulación intercambio y consumo de bienes y servicios. Sin embargo, el propio FMI entiende las imperfecciones del mercado e incluirá una transitoria por la cual mientras no se den condiciones para eliminar todas las barreras. Ello ha dado la justificación para la fijación de aranceles, cuotas, etc. La última reunión del GATT, es un paso decisivo hacia la eliminación de toda restricción.

El mundo ve desenvolver sus economías en medio de dos claras tendencias, la abierta, expansiva e ilimitada del capitalismo, y la centralizada, planificada y solidaria economía socialista.


La caída del muro de Berlín que significa el final del siglo 20 y que es el indicador más claro del fracaso del modelo socialista, encuentra frente a sí a un mundo totalmente diverso, que en tan solo 4 siglos pasó de la fragmentación feudal a la integración de los estados nacionales y a los proyectos de consolidación de economías nacionales, al punto que la propia URSS creyó en la construcción del socialismo en un solo país, y se encuentra con un mundo en que el gran y mítico concepto de soberanías nacionales ha desaparecido, donde crecen y surgen por doquier los proyectos de integración, ya sean la CEE, el TLC, el grupo de los tres, de los siete, de los ocho, el TIAR, la OTAN, etc. Es el momento de la economía universalizada, de la moneda mundial, del fin de las fronteras y del replanteamiento del concepto de soberanía.

La soberanía desaparece al punto de que se construyen ejércitos mundiales, transnacionales, como los de la ONU que enfrentaron la guerra de Iraq y de Yugoslavia, el dinero es hoy casi innecesario, se ha impuesto la tarjeta de crédito, el asiento bancario, el juego en el mercado fiduciario.
La caída del socialismo dará como gran vencedor a un capitalismo que se evidenciaba enfermo y lleno de contradicciones. Su luna de miel será muy corta, pero en esos pocos meses, retoma con fuerza el pensamiento neoliberal, que se ve como triunfador absoluto, encontrando en la libre competencia, en el libre mercado la posibilidad del desarrollo regional. Nunca más ya les interesara el desarrollo equilibrado mundial.

Africa y Latinoamérica pasan a ser los basureros, los agujeros negros del desarrollo. Es simplemente el momento de la revolución económica como resultado de la revolución tecnológica.

Tan solo cuatro años ha durado esta etapa de rosa para los neoliberales. El resurgimiento de la lucha social en México de Chiapas, que muchos consideran el resultado del proceso de movilización indígena en el Ecuador, el avance de la lucha de Lula en Brasil, de Cárdenas en México, etc., los triunfos de los ex comunistas en varios países del este, el resurgir de la socialdemocracia en centroamérica, han significado con claridad histórica la impotencia de la sana balanza de pagos o comercial de por si sola resolver problemas de marginalidad y pobreza.

Los neoliberales profesan la libertad, la no restricción. Es el momento de tomarles la lección y, partiendo de aceptar el romper toda barrera al capital, exigirles que con la misma forma en que este circula libremente, se acepte la libre, circulación de la mano de obra, pues mientras luchan por entrar con su riqueza en nuestros países, cierran sus fronteras a los emigrantes con lo que están negando uno de los pilares fundamentales de la economía y dan libertad solo al capital, mientras se lo niegan al trabajo.



La crisis mundial ha tenido por resultado la obvia polarización inicial en la toma de opción, todo se divide entre extremos; derecha e izquierda, este es un momento de gran dificultad para las tendencias de centro, pero es solo parte de un proceso que encontrará su nuevo equilibrio entre el requerimiento social y el financiero antes de entrar al siglo 21.