La POLITICA

UNIVERSIDAD CATOLICA DEL ECUADOR
DOCTORADO EN FILOSOFIA / 17 de AGOSTO del 2001



Eje Temático: LA POLITICA


INTRODUCCION

Los precursores de la ciencia política se ocupaban de la forma de alcanzar y mantener objetivos ideales. Cuestiones como cuál es la mejor forma de gobierno son consideradas en la actualidad completamente fuera del ámbito de la disciplina. Ésta se ocupa, en cambio, de lo que es en vez de lo que debería ser.
Hoy en día, la mayor parte de las investigaciones de la ciencia política tiene que ver con temas concretos, como las relaciones entre los poderes legislativo, ejecutivo y judicial en el ámbito nacional; las relaciones internacionales entre estados en el marco internacional; las campañas electorales y las elecciones; las regulaciones administrativas; los impuestos; la política comparada; y las acciones e influencias de los grupos involucrados en las finanzas, el trabajo, la agricultura, la religión, la cultura o los medios de comunicación, por ejemplo.
Pese a que la existencia de la ciencia política como disciplina académica es relativamente reciente, sus orígenes como marco de análisis del Estado y del gobierno se remontan a tiempos lejanos.
Ya en la antigua Grecia existía gran interés por conocer la naturaleza del Estado, sus órganos de control y las funciones de sus ciudadanos. Platón, quien en su obra La República presentó de forma utópica cómo debía ser la ciudad perfecta, fue uno de los primeros filósofos políticos. No obstante, la mayor parte de los estudiosos coincide en que Aristóteles fue el auténtico precursor de la ciencia política. Entre otras aportaciones, su tratado Política sobre los diferentes regímenes anticipó el gran esfuerzo que implica clasificar las formas del Estado y sigue ejerciendo una fuerte influencia sobre esta ciencia.
Posteriormente, y a lo largo de los siglos, fueron muchos los autores que dieron vida a la ciencia política: Marco Tulio Cicerón, san Agustín de Hipona, santo Tomás de Aquino, Nicolás Maquiavelo, Thomas Hobbes, John Locke, Jean-Jacques Rousseau, Charles-Louis de Montesquieu, Immanuel Kant, Georg Wilhelm Friedrich Hegel, Johann Gottlieb Fichte, Alexis de Tocqueville, Karl Marx, Friedrich Engels y Friedrich Nietzsche. De sus respectivas concepciones surgieron algunas de las obras claves en la paulatina configuración de la politología: El príncipe (1532, donde Maquiavelo reseñó las condiciones que debían caracterizar al estadista), Leviatán (1651, Hobbes expuso sus teorías acerca del surgimiento del Estado a partir del contrato social), Tratados sobre el gobierno civil (1690, defensa de Locke de los conceptos de propiedad y monarquía constitucional), El espíritu de las leyes (1748, Montesquieu defendió en sus páginas el principio de la separación de poderes), El contrato social (1762, Rousseau revisó la cuestión del contrato social argüida por Hobbes y Locke, y defendió la preeminencia de la libertad civil y la voluntad popular frente al derecho divino de los soberanos), La paz perpetua (1795, Kant concibió un sistema pacífico de relaciones internacionales basado en la constitución de una federación mundial de repúblicas), Discursos a la nación alemana (1808, Fichte inauguró en cierta medida el discurso del nacionalismo contemporáneo), La democracia en América (1835-1840, Tocqueville reflexionó acerca del modelo de democracia estadounidense) y el Manifiesto Comunista (1848, Marx y Engels abordaron el estudio de la historia a partir del materialismo). En las páginas de estos tratados, sus respectivos autores se ocuparon de la forma en que una sociedad puede generar las condiciones necesarias para el bienestar de sus ciudadanos. En mayor o menor medida, todos siguen vigentes, principalmente por ocuparse de valores como la justicia, la igualdad, la libertad y el desarrollo de las cualidades humanas.

LA POLITICA EN LA PERSPECTIVA DE DIVERSOS AUTORES ESTUDIADOS EN EL SEMINARIO


Carl Schmitt en su texto El Concepto de lo Político (1932) señala: “es raro encontrar una definición clara de lo político (...) casi siempre lo político suele equipararse de un modo u otro con lo estatal o al menos se lo suele referir al estado. Con ello el estado se muestra como algo político, pero a su vez lo político se muestra como algo estatal” (pp 50-51)
Para el autor, la ecuación estatal = político se vuelve incorrecta e induce a error en la precisa medida en la que (...) “ estado y sociedad se interpenetran recíprocamente; en la medida en que todas las instancias que antes eran estatales se vuelven sociales y, a la inversa (...)” (p. 53)
Lo político tiene sus propios criterios y éstos operan de una manera muy peculiar en relación con los diversos dominios más o menos independientes del pensar y el hacer humanos, en particular por referencia a lo moral, lo estético y lo económico. La distinción política específica, aquella a la que pueden reconducirse todas las acciones y motivos políticos, es la distinción de amigo y enemigo...
El sentido de la distinción amigo enemigo, para Schmitt, es “marcar el grado máximo de intensidad de una unión o separación, de una asociación o disociación ... El enemigo político no necesita ser moralmente malo ni estéticamente feo... simplemente es el otro, el extraño” (pp. 56-57).
Enemigo no es pues cualquier competidor o adversario. Tampoco es el adversario privado (...) enemigo es sólo un conjunto de hombres que siquiera eventualmente, esto es, de acuerdo con una posibilidad real, se opone combativamente a otro conjunto análogo (...) a un enemigo en sentido político no hace falta odiarlo personalmente, sólo en la esfera de lo privado tiene algún sentido amar a su enemigo, esto es a su adversario. (p. 59)

Palabras como (...) “estado, república, sociedad, clase, o también soberanía.... etc. resultan incomprensibles si no se sabe a quién en concreto se trata en cada caso de afectar, de combatir, negar y refutar con tales términos” (p. 61)
Todo antagonismo se transforma en oposición política en cuanto “gana la fuerza suficiente como para agrupar de un modo efectivo a los hombres en amigos y enemigos... lo político está, en una conducta determinada por esta posibilidad real” (p.67)
La República, la mayor obra política de Platón (428 ac) trata sobre todo la cuestión de la justicia, sus preocupaciones se centran alrededor de responder ¿qué es un estado justo? y ¿quien es un individuo justo?.
Asoció las virtudes tradicionales griegas con la estructura de clase del estado ideal. La templanza es la única virtud de la clase artesana, el valor es la virtud de la clase militar y la sabiduría caracteriza a los gobernantes. (...) “El estado justo es aquel en el que cada clase debe llevar a cabo su propia función sin entrar en las actividades de las demás”.
Platón no define la política, no piensa en política sino en potencia: (...) "la injusticia vuelve impotente a quien la practica" así, potencia y capacidad de actuar en conjunto es la política y esa potencia, como tiene de por medio el poder, es que podemos asimilar su concepto al de la política.
Platón busca construir un orden social en que se participa (...) “desde la razón y sin necesidad de la coerción (...) Gobernar es educar”.
La comunidad platónica se basa en la exclusión de lo privado, el comunismo de Platón comparte alegría, bienes, mujeres e hijos. En el estado justo la vida se despliega como un destino.
El estado (...) “se genera por necesidad; la imposibilidad de los hombres para autoabastecerse les obliga a asociarse con otros para que la congregación auxilie en la satisfacción de las necesidades de los individuos tales como alimentación, vivienda, vestimenta (...) (p371 b)
El orden político de Platón, está dado por la convivencia de todas las clases: gobernantes, militares y artesanos, la cual mantiene en equilibrio esta organización para beneficio de todos, “es la trama interior del estado que manifiesta el orden (...)”
Para Aristóteles, (La Política) (...) “la más importante de las asociaciones que tiene como objeto lo más relevante de todos los bienes y que encierra a todas las demás asociaciones es una asociación política, es el Estado”.
Así, el Estado procede siempre de la naturaleza lo mismo que las primeras asociaciones cuyo último fin es el estado, el estado que está naturalmente sobre la familia y sobre cada individuo pues para Aristóteles el todo es superior a la parte. (...) “si no se aceptara la naturaleza del estado y su superioridad sobre el individuo resultaría que el individuo puede bastarse aislado de todo y que en medio de su independencia no tiene necesidades” (capítulo 1)
La autoridad y la obediencia no son sólo necesarias sino que son eminentemente útiles... el que por ley natural no se pertenece a sí mismo sino que se pertenece a otro es naturalmente un esclavo. Es el otro el que en tanto hombre se convierte en una propiedad y como propiedad es instrumento de uso.
En política para Aristóteles es posible encontrar muchas formas diversas de asociación humana. Decidir cual es la más idónea dependerá de las circunstancias. Para Aristóteles, la política no era un estudio de los estados ideales en forma abstracta, sino más bien un examen del modo en que los ideales, las leyes, las costumbres y las propiedades se interelacionan en casos reales. Así, aunque aprobaba la institución de la esclavitud, moderaba su aceptación aduciendo que los amos no debían abusar de su autoridad, ya que los intereses del amo y del esclavo son los mismos.
La Política para Aristóteles, es el mayor bien y principal entre todas las ciencias y artes , (...) “es la suprema disciplina”
Alexis de Tockeville (1805-1859) en su principal obra “La Democracia en América” (1835 - 1840) describe las instituciones políticas fundamentales de la democracia estadounidense y el funcionamiento constitucional de dicho estado. Afirma que: (...) “tres cosas parecen concurrir más que todas al mantenimiento de la república democrática en el nuevo mundo: la primera es la forma federal que los norteamericanos han adoptado, la segunda las instituciones comunales, que moderando el despotismo de la mayoría, dan al mismo tiempo al pueblo el gusto de la libertad y el arte de ser libre, la tercera se encuentra en la constitución del poder judicial” (p 286)
Para Toqueville, (...) “en los EE.UU. la omnipotencia de la mayoría al mismo tiempo que favorece el despotismo legal del legislador, favorece también lo arbitrario del magistrado. La mayoría, siendo dueña absoluta de hacer la ley y de vigilar su ejecución teniendo un control igual sobre gobernantes y gobernados, considera a los funcionarios públicos como sus agentes pasivos y descansa sobre ellos el cuidado de servir a sus designios” (p.259).
La asociación política, es un “poderoso medio de acción (...) es diferente de las asociaciones permanentes originadas en la ley pues se debe exclusivamente a las voluntades individuales (...) es un derecho que consiste en la adhesión pública a una doctrina y el compromiso de hacerla prevalecer”.
El (...) gobierno no es un bien, (sino) un mal necesario” (p.219) y es el pueblo quien gobierna, el funcionario no puede colocarse sobre los ciudadanos si se distingue de ellos en ninguna forma.
La democracia (...) difunde el bienestar, desarrolla el espíritu público y fortifica el respeto a la ley en las diferentes clases de la sociedad”.
La política en Toqueville es el acto de dirigir la capacidad intelectual y moral del hombre hacia las necesidades de la vida material y emplearla en producir bienestar.
Maquiavelo (1469-1527), historiador y filósofo político italiano, centra la acción política desde la voluntad, la virtud, la prudencia que deben existir en los dos momentos en que divide el quehacer de la política, el de la toma del poder y el del mantenimiento y expansión del mismo. Los tiempos de acceso al poder y cuando ya se lo ha obtenido son dos comportamientos, dos formas de hacer la política que implican una noción micro del tiempo radicalmente diversa a la visión macro que tiene San Agustín en su obra la ciudad de Dios.
En sus capítulos XV-XX podemos encontrar aquello que ha merecido el calificativo de esencia del maquiavelismo.
El centro del planteamiento de Maquiavelo es un estado desprendido por completo de la sociedad, la religión, en vez de ser el fundamento último de la moral y de la política la reinterpreta como un mero instrumento político para mantener el orden, la política debe subordinar a la religión.
El estado, desacralizado (...) “no tiene otro fundamento que la necesidad de su existencia para mantener el orden (...) es el poder absoluto, capaz de por si de crear el orden y, (...) ese orden para fundamentarse requiere de la razón (..) el dilema es: guerra de todos contra todos, o bien la paz, en el mundo de naturaleza artificial que es el estado”.
Para Maquiavelo la política consiste en un ejercicio de dominio donde se realiza el poder de mando y la obediencia que este poder exige. No hay pacto sino voluntad.
Su teoría es en forma simultánea una teoría del estado absolutista, una teoría política y una teoría de la acción humana. El estado debe estar en permanente corrección para poder conservarse pues de su conservación depende la existencia misma de la sociedad. El hecho político en Maquiavelo está caracterizado por las apariencias.
La filosofía de Hobbes (1588-1679), en su obra Leviatán (1651) representa una reacción contra la libertad de conciencia de la reforma que, según afirmaba, conducía a la anarquía. Supuestamente supuso la ruptura de la filosofía inglesa con el escolasticismo, y estableció las bases de la sociología científica moderna al tratar de aplicar a los seres humanos, como autores y materia de la sociedad, los principios de la ciencia física que gobiernan el mundo material. Hobbes elaboró su política y su ética desde una base naturalista: mantenía que las personas se temen unas a otras y por esta razón deben someterse a la supremacía absoluta del estado tanto en cuestiones seculares como religiosas.
Hobbes es el primer filósofo moderno que se interesa por la política, su teoría del poder es el hilo conductor de su búsqueda por la cual trató al poder en física, antropología y política. En el Leviatán diseña una teoría general del poder. Poder, potencia y potestas; poder y fuerza, capacidad de producir y sufrir efectos; poder revestido de derecho y que es artificial es al que define como poder político.
El poder para Hobbes (...) “es el origen objeto y objetivo del saber; origen en tanto se funda en el poder de conocer al hombre, objeto como un conocimiento de modos y leyes por los que las cosas y seres actúan y se relacionan; objetivo como finalidad de la ciencia: el dominio del hombre; tanto de la naturaleza como de su destino”.
La ciencia del poder en Hobbes es la ciencia del hombre, es una ciencia que se opone a la ciencia divina, es el punto de partida desde el cual es factible establecer un discurso riguroso sobre el hombre. En Hobbes a diferencia que en Descartes no hay verdades innatas.
Del poder cognitivo y motor del hombre individual es de donde surge la génesis del poder político; del conocimiento de la naturaleza y del poder del hombre deduce la teoría del estado y la naturaleza con lo que se construye una antropología política que integra las partes de las ciencias entre las cuales las humanas son aquellas a las que califica como ciencias por excelencia.
Para Hobbes el contrato (...) “es un requisito natural para el paso del hombre de su etapa natural a su etapa social, esboza las características de este hombre pre-político en base a los elementos fundamentales de la ley natural; señala las características del soberano (estado artificial) y la noción de representación “(que es central en su concepción del soberano).
El hombre es agresivo, busca incesante e inmanentemente el poder, su fuerza motriz es la búsqueda de la felicidad, el orgullo, la ambición, la vanidad, las pasiones son su motor, su moción.
La materia de la política en Platón son las apariencias y la forma de gobierno es el conocimiento, en Aristóteles es lo particular frente al interés común, en San Agustín es el cuerpo como sujeto de pecado, en Maquiavelo y Hobbes la pasión humana es el objeto de dominio, en Maquiavelo la apariencia, en Hobbes la transparencia de la acción del estado, en Maquiavelo lo importante es mantener y conservar el poder sin importar un orden, en Hobbes lo importante es la adecuación del mundo social hacia un cierto orden natural, donde el orden político se debe conformar a las leyes de la naturaleza pero no crea un estado de naturaleza sino un estado artificial.
Tanto en Maquiavelo como en Hobbes encontramos un gran espacio para lo artificial, para el relativismo en la relación ética y estado. Lo que mantiene el orden político es la voluntad de cumplir con la promesa (por aprendizaje o por violencia) es para Hobbes un orden transparente mientras que Maquiavelo sostiene el orden político en base a la manipulación de la apariencia.
El empirismo de John Locke (1632-1704) hace hincapié en la importancia de la experiencia de los sentidos, en la búsqueda del conocimiento en vez de la especulación intuitiva o la deducción.
Locke criticó en sus dos Tratados sobre el gobierno civil (1690) la teoría del derecho divino de los reyes y la naturaleza del estado tal y como fue concebido por el filósofo y teórico político inglés Thomas Hobbes. Afirma que (...) “la soberanía no reside en el Estado sino en la población, y que el estado es supremo pero sólo si respeta la ley civil y la ley natural”. Mantuvo más tarde que la revolución no sólo era un derecho, sino a menudo una obligación, y abogó por un sistema de control y equilibrio en el gobierno, que tenía que tener tres ramas, siendo el poder legislativo más importante que el ejecutivo y el judicial. Creía en la libertad religiosa y la separación entre la iglesia y el estado.
Para Locke el poder político (...) “ reside en la capacidad de establecer leyes que delimitan y salvaguardan la propiedad”, no es así el poder político un espacio de dominio lo cual es radicalmente distinto a Hobbes.
El poder político es un mandato, un fideicomiso vinculado al bien común. En su obra Locke desmantela la justicia filosófico-política de un poder sin control absoluto, lo cual es completamente diverso a la intención de Hobbes, sin embargo de que los dos comparten la ideología liberal pues, este último lo que hace es justificar teóricamente el estado absolutista.
En Locke lo político no gobierna sobre el estado de naturaleza sino que lo protege, lo encarna. Estado y gobierno “se encuentran subordinados al individuo”, lo político no tiene una función de dominio o control sobre la virtud, cuerpo ni pasiones sino que busca salvaguardar la condición natural del hombre que es la propiedad. No existe carácter relacional de lo político, es individualista, la ilusión de Locke es que se puede hacer política sin dominio lo cual es totalmente contrario por ejemplo al pensamiento de Aristóteles para quien el mundo de la política es el mundo del dominio donde se fragua el interés común.
En el capítulo sexto de el Contrato Social (1762), Jean Jacques Rousseau (1712-1778) señala: "parto de considerar a los hombres llegados a un punto en el que los obstáculos que dañan a su conservación en el estado de naturaleza logran superar, mediante su resistencia, la fuerza que cada individuo puede emplear para mantenerse en ese estado. Desde ese momento tal estado originario no puede subsistir y el género humano perecería si no cambiase de manera de ser.”
Ahora bien, como los hombres no pueden engendrar nuevas fuerzas, sino unir y dirigir las que existen, (...) “no tienen otro medio de conservarse que constituir, por agregación, una suma de fuerzas que pueda exceder a la resistencia, ponerla en marcha con miras a un único objetivo, y hacerla actuar de común acuerdo”.
Esta suma de fuerzas sólo puede surgir de la cooperación de muchos, pero al ser la fuerza y la libertad de cada hombre los primeros instrumentos de su conservación, ¿cómo puede comprometerles sin perjuicio y sin descuidar los cuidados que se debe a sí mismos?. “Esta dificultad en lo que respecta al tema que me ocupa puede enunciarse en los siguientes términos: encontrar una forma de asociación que defienda y proteja de toda fuerza común a la persona y a los bienes de cada asociado, y gracias a la cual cada uno, en unión de todos los demás, solamente se obedezcan a sí mismo y quede tan libre como antes”. Este es el problema fundamental que resuelve El Contrato Social
El orden político en Rousseau lo encontramos articulado a la voluntad general donde libertad e igualdad van juntas entendiéndose la voluntad como capacidad, como poder.
Rousseau logra fundir los conceptos de libertad e igualdad y eso es lo importante de su pensamiento, el lograr articularlos pues aquello ha sido causa de gran tensión en el pensamiento liberal. El objeto de la política en Rousseau es como ser libres e iguales a la vez y cómo hacer de la política un espacio de la voluntad y capacidad que excluya al dominio reconociendo la gran capacidad transformadora de la voluntad y haciendo de la voluntad general el poder al ser comparado con los demás.
Catherine A. MacKinnon en su obra “Hacia una teoría feminista del Estado” señala que: (...) “el análisis de que lo personal es lo político, nació de la concienciación” (p. 172) (...) “el principio sustantivo que rige la auténtica política de la vida personal de las mujeres es la omnipresente impotencia ante los hombres, expresada y reconstituida diariamente como sexualidad”. Decir que lo personal es lo político significa que el género (...) “como división del poder puede descubrirse y verificarse a través de la experiencia íntima de las mujeres de la objetivación sexual, que define y es sinónimo de la vida de la mujer como femenino genérico. Así, para el feminismo, lo personal es epistemológicamente lo político, y su epistemología es su política (...) El dominio masculino es sexual: un hombre en concreto, por no decir los hombres solos, sexualizan la jerarquía, y el género es una de esas jerarquías”. (p. 222)
La paradoja más profunda para Mackinnon, de la creación de la conciencia y su contribución más poderosa es afirmar que (...) “ hay y que puede haber otra realidad para las mujeres sin hacer más que examinar los callejones sin salida de la sociedad actual”(p. 179).
La autora cambia por completo el punto de análisis de la política, del orden político y por sobre todo formula una concepción que borra por completo la línea divisoria entre lo público y lo privado cuando hace de lo más íntimo, de la sexualidad, un acto público, político, de dominación.

Para Gramsci . es política (...) “la política es acción, es teoría, es práctica, es filosofía”. El político es el gran estratega, el fáctico, el administrador, el organizador.
Gramsci ve al marxismo como la filosofía de la praxis, no es un determinista, propone la revolución pasiva. El estado es la suma de sociedad política y sociedad civil, (que es la que aporta el contenido ético del estado y le imprime su liderazgo moral) lo entiende como el espacio de la hegemonía acorazada de coacción.
La acción política es el espacio de la hegemonía que Gramsci la entiende como resultado del consenso y del diálogo más que del uso de la violencia y es ese consenso y diálogo el que construye la hegemonía como base de legitimidad del orden político. La figura del consenso en el pensamiento Gramsciano significa o implica un proceso educativo, una dirección consciente que se inserta en la cultura sobre el cual se puede y debe fundar un nuevo liderazgo intelectual y moral
Max Webber (1864-1920) en Economía y Sociedad desde una mirada sociológica enfoca la política desde la acción social en la cual (...) “la dominación política es un campo de voluntades”. Su realismo político da gran peso a la acción individual más que a las estructuras o a los procesos, afirma la gran capacidad y poder transformador que tiene el individuo.
Webber entiende por dominación la “probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado para mandatos específicos” (capítulo 3) De otro lado afirma que no toda dominación se sirve de medios económicos pero requiere siempre de un cuadro administrativo al cual está ligado por motivos ideales o materiales.
La legitimidad de una dominación tiene una importancia que no es puramente ideal aunque no sea más que por el hecho de que mantiene relaciones muy determinadas con la legitimidad de la propiedad.
Webber, siempre en el capítulo 3 señala que los tipos de dominación política son 3: racional, tradicional y carismática.
Sociológicamente el estado moderno sólo puede definirse en última instancia a partir del medio específico que lo mismo que toda asociación política le es propio, a saber: el de la coacción física. "Todo estado se basa en la fuerza". Por supuesto, (...) “la coacción no es en modo alguno el medio normal o único del estado, pero sí su medio específico”.
Webber en el capítulo sobre el estado racional precisa su definición de política: "es la aspiración a participar en el poder o a influir sobre la distribución del poder ya sea entre estados o al interior de un estado. Cuando se dice de una cuestión que es una cuestión política, o de un ministro o un funcionario que es funcionario político, o de una decisión que tiene carácter político, se entiende siempre que los intereses de la distribución, la conservación o el desplazamiento del poder son determinantes de la respuesta a aquella cuestión, o condicionan aquella decisión o determinan la esfera de actuación de ese funcionario".
El que hace política aspira a poder: poder ya sea como medio al servicio de otros fines (ideales o egoístas) o poder por él mismo, para gozar del sentimiento de prestigio que confiere.