Soc-NORBERTO BOBBIO

MATERIALISMO HISTORICO
DARWIN JIJON LARCO / SOCIOLOGIA / SEGUNDO AÑO




NORBERTO BOBBIO, LECTURA





Las preguntas planteadas; ¿Cuáles son las características de la democracia?, ¿Cómo garantizar el funcionamiento democrático de la democracia representativa?, ¿Porqué la teoría Política marxista no logra desarrollarse? y ¿Porqué Bobbio afirma que la democracia diecta es viable sólo en sociedades directas? - a excepción de ésta última que no he podido ubicarla en los textos mencionados- las contestaré en forma integral y unitaria pretendiendo así hacer una reconstrucción personal del texto en base de su lectura.

Para Norberto Bobbio, las características fundamentales de la democracia son:

a. participación,
b. control y,
c. libertad de disentimiento.

Por participación entiende el concurso colectivo y generalizado, aunque indirecto, en la toma de decisiones válidas para toda la comunidad. Por control desde abajo analiza la importancia del control sobre las acciones del Estado, acción esta que es la única capaz de impedir que producto del descontrol se produzca el abuso.

Señala que en la medida en que se desplaza el centro del poder, el control se hace menos eficaz y los centros del poder de un Estado moderno al igual que en la gran empresa dejan de ser sometidos al control democrático por lo que se puede hablar de la existencia de un sistema de subpoderes en el sentido de que estos están ocultos.

En cuanto hace referencia al disentimiento, este se circunscribe al sistema económico dominante lo cual no ofrece alternativas radicales por lo que surge la desconfianza en el sistema o método democrático que no parece permita el paso del capitalismo al socialismo.

Para Bobbio: "se puede hablar razonablemente de democracia sin egañarnos mutuamente, de un sistema en el que rijan y sean respetadas algunas reglas que permitan al mayor número de ciudadanos participar directa o indirectamente en las deliberaciones que a distintos niveles, y en los más diversos lugares interesan a la colectividad" (Norberto Bobbio; Existe una doctrina marxista del Estado;p.67).

La gran pregunta planteada por Bobbio, definida como la verdadera piedra de toque de la democracia socialista es: ¿Es posible el socialismo con la democracia?.

Si bien el socialismo no ha repudiado la democracia al menos en la teoría, se ha presentado como su forma más perfecta, no sólo política, no sólo formal, sino económica, de todos los productores, una democracia no representativa sino delegada, no parlamentaria sino de los consejos obreros.


Bobbio, en sus artículos: Sobre la falta de una ciencia política marxista y ¿ Existe una doctrina marxista del Estado? realiza una profunda disección crítica sobre la realidad de la teoría marxista del Estado y sobre sus prácticas.

El marxismo, según Bobbio, ha dedicado la gran parte de sus esfuerzos a estudiar analizar y "predecir" la crisis del modelo democrático burgués, ha realizado serios cuestionamientos al Estado capitalista, pero no se ha preocupado con igual intensidad de estudiar las particularidades que definirían el Estado socialista. Por el contrario, encuentra exagerado el tratamiento e importancia que los marxistas dan a "episodios" como el de la Comuna de París.

Al marxismo le ha faltado y sigue faltando una teoría del estado socialista como alternativa a las teorías existentes sobre el estado burgués, no ha profundizado en estudios de ciencia política ni se han realizado investigaciones sobre los fenómenos electorales y la burocracia.

Las causas fundamentales de tales carencias Bobbio las encuentra o busca explicarlas en base a cuatro ejes de razonamiento:

a. la primacía del Partido
b. la ilusion de la extinción del Estado
c. el polimarxismo y,
d. el abuso de autoridad.



Destaca la primordial importancia que dieron los marxistas al análisis del Partido, claro, si ellos estaban seguros de la inexorable extinción del Estado burgués, y de la extinción de todo tipo de Estado, es obvio que dejaran de lado o no se interesen suficientemente por el análsis de como debe ser éste, que al fin y al cabo estaba destinado a desaparecer y la transición finalmente no era sino una dictadura.

"(e)l mundo socialista ha hecho y está haciendo la experiencia de la persistencia de lo provisional" (ibidem:p.39).

Por ello, se da prioridad al análisis del Partido, de los medios, al punto de llegarse a que el tema del partido sea más importante que el tema del Estado.

Bobbio afirma que no en la teoría sino en la práctica de los últimos cincuenta años, el Estado socialista se ha convertido en un Estado-partido, pues es al partido al que se han dirigido todas las atenciones como órgano de la toma del poder, "ha acabado por convertirse en si mismo en el estado" (ibidem:p.41)

En relación al polimarxismo, no ve en él, por si mismo nada negativo, al contrario considera que es una muestra evidente de que es un pensamiento vivo y no muerto, sin embargo, argumenta que si ha tenido como un efecto negativo el despilfarro intelectual qe este ha producido.

Cuando se refiere al abuso de autoridad señala la persistencia con la cual se ha querido encontrar incluso donde no hay, las respuestas a todo desde los textos de marx, aún del jóven Marx.

Advierte sobre los peligros de una reiterada y exclusiva lectura del marxismo que conlleva a la distorsión de los hechos, de las realidades, lo cual al contrario de aventajar o beneficiar al marxismo lo ha convertido en dogmático.

El propio ejemplo reiteradamente usado del "sobredimensionamiento" de lo ocurrido en la Comuna de París es usado por el autor para demostrar cuanto ha ocurrido.

Marx señaló en la Comuna una nueva forma de Estado y Lenin "tomó y martilló .. afirmando que el poder de la dictadura revolucionaria es del mismo tipo que el de la Comuna de París " (ibidem:p.28), de la que da dos de sus características principales:

1. la fuente del poder no es la ley previamente discutida sino la iniciativa directa que arranca de las masas populares,

2. la sustitución de la política y el ejécito por el armamento de todo el pueblo.


Todavia se considera muy a menudo " como el primer deber de un marxista el comprobar que dijo Marx (o bien Engels e incluso Lenin) y, por tanto, tratar de persuadir a los incrédulos o a los mal informados que, pese a todo, existe en Marx una teoría del Estado que no se había entendido hasta ahora, o había sido mal entendida o injustamente subvalorada" (ibidem:p.59).

Darwin Jijón Larco Agosto 2, 1995