La LIBERTAD

LIBERTAD
El hombre en el transcurso de la historia ha estado siempre motivado en la búsqueda de alcanzar el ideal de la libertad el cual junto con el de la igualdad, la confraternidad, la justicia se objetivaron en la ilustración. Ser libre, pero ¿qué significa? ¿su contenido ha permanecido estable o se ha movido con el pasar del tiempo?. Ser libre, realidad, posibilidad o utopía.
Para aproximarnos paulatinamente al pensar y definiciones de varios autores que han sido parte de este seminario iniciaré haciendo algunos apuntes sobre cómo se concibe la libertad sobre todo desde un pensamiento prevalentemente liberal, que a no dudar es el dominante en la actualidad y ello permitirá establecer una base de parámetro comparativos en el desarrollo de este trabajo.
Es usualmente aceptado el concebir a la libertad como la capacidad de auto-determinación de la voluntad, que permite a los seres humanos actuar como deseen. En este sentido, suele entenderse la libertad individual. El término cuando los vinculamos a la soberanía de un país adquiere el significado de libertad nacional. La libertad puede ser civil o política, el concepto moderno incluye un conjunto general de derechos individuales como la igualdad de oportunidades o el derecho a la educación.
El reconocimiento de una libertad ilimitada haría imposible la convivencia humana, o al menos aparentemente imposible, por ello se han tornado necesarias e incluso inevitables las restricciones que los distintos órdenes políticos han planteado a la libertad individual. La libertad se define como el derecho de la persona a actuar sin restricciones, siempre que sus actos no interfieran con los derechos equivalentes de otras personas. La naturaleza y extensión de las restricciones a la libertad, así como los medios para procurarlas, han creado importantes problemas a filósofos y juristas de todos los tiempos. Casi todas las soluciones han pasado por el reconocimiento tradicional de la necesidad de que exista un gobierno, entendido como grupo de personas investidas de autoridad para imponer las restricciones que consideren necesarias.
En la antigüedad, la esclavitud fue considerada como una institución necesaria para la sociedad. Cuando la época medieval tocaba su fin, el renacimiento planteó el problema de la libertad intelectual y de conciencia, con constantes desafíos a los dogmas de la iglesia católica. La reforma protestante trajo ideas bastante diferentes acerca de la consideración de estas libertades.
Las grandes revoluciones contribuyeron a definir la libertad individual y a asegurar su implantación. En el siglo 17, la revolución gloriosa supuso la culminación de cientos de años de intentos de imponer restricciones a los monarcas absolutos ingleses. El Bill of Rights, aprobado en el parlamento de 1689, trajo consigo el establecimiento de un gobierno representativo en Inglaterra.
La Guerra de la Independencia Estadounidense (1775-1783) combinó los problemas de la libertad individual con los de la libertad nacional, propios de la creación de un nuevo estado. La declaración de independencia proclamó la libertad frente a Inglaterra, y la Constitución de Estados Unidos, cuyas 10 primeras enmiendas, siguiendo el modelo del Bill of Rights, contienen la enumeración de los derechos civiles, supuso el primer eslabón en la cadena de las sucesivas constituciones nacionales.
La Revolución Francesa de 1789 destruyó el sistema feudal en Francia y estableció el sistema de gobierno representativo. La ilustración, fuente intelectual de la Revolución Francesa, definió libertad como un derecho natural del hombre a actuar sin interferencias de ninguna clase, al tiempo que estableció la necesidad de limitaciones a la libertad para con ello procurar la existencia de una organización social propia. Enterrada la teoría del origen divino del poder real, las nuevas teorías ponían el fundamento del poder en el pueblo, y que la tiranía comienza cuando, ignorando esta procedencia, se violan los derechos individuales. En la Revolución Francesa se encuentra el origen ideológico de la declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, que sirvió como modelo para la mayoría de las declaraciones sobre la libertad adoptadas por los estados europeos del siglo 19.
En Latinoamérica, los principios liberales que rigieron las luchas por la emancipación durante las dos primeras décadas del siglo 19, estuvieron enmarcadas también en los ideales de libertad, personal y de comercio, que dieron origen a la Revolución Francesa.
Diverso concepto de libertad fue el sustentado en la Revolución Rusa de 1917. El Estado resultante, de acuerdo con la ideología marxista en la que se basó su constitución, mantuvo que todo reconocimiento de la libertad individual favorecía al individuo concreto, pero siempre en perjuicio de la mayoría de la población. La verdadera libertad era posible sólo por medio de la eliminación de la clase explotadora. El éxito de la revolución consistió en el anuncio de una nueva era de la libertad del hombre. Pero el gobierno de tipo dictatorial y opresor de Stalin llevó a no poca gente a considerar que el socialismo, basado en la tesis de la propiedad colectiva de los medios de producción, desemboca sin remedio en la dictadura.
Desde que tuvieron lugar las revoluciones aludidas, el principal problema en relación con la libertad nacional se ha desarrollado en paralelo con las ansias de soberanía e independencia de pequeños países y colonias. A ello deben añadirse los problemas de las minorías raciales siempre dispuestas a ganar autonomía interior en relación con el estado.
Respecto a la libertad individual en su estado actual, para la ideología liberal, el problema ha consistido en la protección y extensión de los derechos civiles, como son la libertad de expresión, la libertad de prensa, la libertad religiosa, la libertad de reunión, etc. O lo que es lo mismo, en la búsqueda del punto en el que termina la libertad de una persona y comienza la de los demás. Así, la libertad de información o de expresión no puede ejercitarse sin límites pues un ejercicio abusivo de las mismas puede vulnerar el derecho al honor o la intimidad de otra persona.
Jean-Jacques Rousseau en el Contrato Social afirma que la libertad común es una consecuencia de la naturaleza del hombre (p.9), renunciar a la libertad es renunciar a su cualidad de hombre, a los derechos de la humanidad y hasta a sus deberes (p.15); pueblos libres, acordaos de esta máxima: Se puede adquirir la libertad, pero jamás se puede volver a recobrarla una vez perdida (p.62). Más adelante señala: Si investigamos en lo que consiste precisamente el mayor bien de todos, que es el que debe ser el fin de todos los sistemas de legislación, encontramos que éste se reduce a dos objetos principales: libertad e igualdad; libertad, porque toda dependencia particular es otro tanto de fuerza restada al cuerpo del estado; igualdad porque sin ésta no puede subsistir la libertad. (p.71) Apréciese cómo está presente la tensión entre igualdad y libertad, la misma que más adelante veremos como una opción de salida desde el planteamiento de Will Kymlicka. Sigamos con Rousseau: "ya he dicho lo que es la libertad civil, en cuanto a la igualdad, esta palabra no ha de dar a entender que los grados de poder y riqueza hayan de ser absolutamente iguales, sino que el poder esté por debajo de toda violencia y no se ejerza jamás sino en virtud del rango y de las leyes, y que, en cuanto a la riqueza no haya ciudadano alguno que sea lo bastante opulento para poder comprar a otro y ninguno bastante pobre para verse obligado a venderse. (p.71).
Toda acción libre, dice Rousseau, reconoce dos causas, las cuales concurren a producirla: una, moral; a saber; la voluntad que determina el acto; otra, física; esto es la fuerza que lo ejecuta. (p.79).
Aunque Rousseau realizó una gran contribución al movimiento por la libertad individual y se mostró contrario al absolutismo de la iglesia y el estado en Europa, su concepción del Estado como personificación de la voluntad abstracta de los individuos, así como sus argumentos para el cumplimiento estricto de la conformidad política y religiosa, son considerados por varios historiadores como fuente de la ideología totalitaria. Su pensamiento hizo permanente insistencia sobre el tema del libre albedrío y su rechazo de la doctrina del pecado original así como una formidable defensa del aprendizaje en base a la experiencia más que como resultado del análisis.
Tomas Hobbes en su obra el Leviatan señala: "libertad significa, propiamente hablando, la ausencia de oposición (por oposición significo impedimentos internos al movimiento); puede aplicarse tanto a las criaturas irracionales e inanimadas como a las racionales.... De acuerdo con esta genuina y común significación de la palabra, es un hombre libre quien en aquellas cosas de que es capaz por su fuerza y por su ingenio, no está obstaculizado para hacer lo que desea. Ahora bien, cuando las palabras libre y libertad se aplican a otras cosas, distintas de los cuerpos, lo son de modo abusivo, pues lo que no se halla sujeto a movimiento no está sujeto a impedimento...Así, cuando hablamos libremente, no aludimos a la libertad de la voz o de la pronunciación, sino a la del hombre, a quien ninguna ley ha obligado a hablar de otro modo que lo hizo. Por último, del uso del término libre albedrío no puede inferirse libertad de la voluntad, deseo o inclinación, sino libertad del hombre, la cual consiste en que no se encuentra obstáculo para hacer lo que tiene voluntad, deseo o inclinación de llevar a cabo (capítulo 21 págs. 171-181)
Hobbes en el texto señalado afirmará que temor y libertad son coerentes al igual que libertad y necesidad, que la libertad de los súbditos consiste en libertad respecto de los pactos y que se compagina con el poder ilimitado del soberano. Los súbditos tienen libertad para defender su propio cuerpo incluso contra quienes legalmente les invaden, no están obligados a dañarse a sí mismos ni a guerrear, a menos que voluntariamente emprendan la guerra. La máxima libertad de los súbditos depende del silencio de la ley.
En el seno del gran artificio político, es decir, la institución que hace posible las demás instituciones, el Estado o Leviatán, nada que vaya contra el poder político es lícito. La libertad del ciudadano está determinada por los términos del acuerdo en virtud del cual nació el estado. Nadie puede oponerse al estado ni servir a otro señor: en este sentido el estado es un monstruo que nunca está satisfecho, y devora a quien se le opone.
La libertad natural del hombre (John Locke); Ensayo sobre el Gobierno Civil ; capítulo 4 pág 19 consiste en no verse sometido a ningún otro poder superior sobre la tierra, y en no encontarse bajo la voluntad y la autoridad legislativa de ningún hombre, no reconociendo otra ley para su conducta que la de la naturaleza. La libertad del hombre en sociedad consiste en no estar sometido a otro poder legislativo que al que se establece por consentimiento dentro del Estado, ni al dominio de voluntad alguna, ni a las limitaciones de ley alguna fuera de las que ése poder legislativo dicte de acuerdo con la comisión que se le ha confiado... La libertad del hombre sometido a un poder civil consiste en disponer de una regla fija para acomodar a ella su vida, que esa regla sea común a cuantos forman parte de esa sociedad, y que haya sido dictada por el poder legislativo que en ella rige (...) La libertad de la ley no es suprimir o restringir la libertad, sino lo contrario; protegerla y ampliarla. En todas las categorías de seres creados susceptibles de regirse por leyes, si carecen de ellas, carecen también de libertad. Porque allí donde no hay ley no pueden los hombres librarse de la presión y de la violencia de los demás, que es en lo que consiste la libertad: no es la libertad, según se ha dicho por alguien, "el hacer cada cual lo que se le antoja". De lo que se trata es de que cada cual tenga libertad para disponer, como bien le parezca, de su persona, de sus actos, de sus bienes y de todo cuanto le pertenece, sometiéndose a lo que ordenen las leyes bajo las cuales vive, para no verse sometido, de ese modo, a la voluntad arbitraria del otro, y poder seguir libremente la suya propia.(pág 43)
Vemos, pues, que la libertad del hombre, la potestad de obrar siguiendo su propia voluntad, se fundamenta en el hecho de que está dotado de razón, en que ésta puede instruirle en la ley por la que ha de gobernarse, haciéndole saber de las cosas que quedan a la libertad de su propio arbitrio (p. 47) (...) Los hombres eran naturalmente libres, (pág 78)
El compromiso básico de una democracia liberal es la libertad y la igualdad de sus ciudadanos individuales, señala Will Kymlicka (Ciudadanía Multicultural ...)Los derechos diferenciados en función del grupo parecen reflejar una perspectiva colectivista o comunitarista más que la creencia liberal en la libertad y la igualdad de los individuos... cap 3, pág 57. Muchos liberales temen que los derechos colectivos reinvindicados por los grupos étnicos y nacionales sean por definición contrarios a los derechos individuales (pág 58)... La libertad individual está relacionada con la pertenencia al grupo nacional, los derechos específicos en función de grupo pueden fomentar la igualdad entre la minoría y la mayoría (pág 102)...Los derechos de las minorías no sólo son consistentes con la libertad individual sino que pueden fomentarla... la libertad está intimamente vinculada con - y depende del- la cultura (cap 5 pág 107)... la libertad depende de la presencia de una cultura societaria pág 112. La característica que define al liberalismo es que este adscribe determinadas libertades fundamentales a cada individuo. Concretamente otorga a la gente una libertad de elección muy amplia en términos de cómo dirigen sus vidas. pág 117... Las culturas son valiosas, no en y por sí mismas, sino porque únicamente mediante el acceso a una cultura societal, las personas pueden tener acceso a una serie de opciones significativas pág 121... El objetivo de los liberales no debería ser disolver las naciones no liberales sino más bien tratar de liberalizarlas. pág 134.... Una cosa es aprender el mundo más amplio en que dicha cultura se inserta, otra bien diferente verse barrido por ese mundo; de ahí que las naciones más pequeñas pueden necesitar el derecho a auto gobernarse para controlar la dirección y la velocidad del cambio pág 147... Los liberales deberían reconocer la importancia de la pertenencia de las personas a su propia cultura societal, en virtud del papel que ésta desempeña a la hora de posibilitar elecciones individuales significativas y sustentar la propia identidad (149)... La pertenencia cultural nos proporciona un contexto de elección inteligible y nos asegura un sentimiento de identidad y pertenencia, sentimiento al que podemos recurrir para afrontar cuestiones acerca de los valores y los proyectos personales pag 150... Esto significa sentar las bases de un acuerdo teniendo en cuenta que las bases más seguras en las que fundamentar este acuerdo son las que se derivan de la coincidencia en los principios básicos... y si no se los puede persuadir debe prevalecer la acomodación mutua, el modus vivendi (pág 231)
La tensión entre libertad individual y libertad colectiva, derecho individual y derecho colectivo Kimlika lo resuelve al conectar libertad individual, autonomía y cultura. El gran desafío de su obra es el límite entre lo político y lo privado así como la reimportación de la cultura a la cual le da status político. Su pretención es desnacionalizar la política pues cuestiona la unidad de las comunidades políticas homogéneas y toma partido por el reconocimiento de los estados multinacionales y/o poliétnicos así como por la necesidad de reconocer que así como hay individuos también existen grupos que demandan se les reconozca la existencia de una ciudadanía diferenciada con derechos que los reconozcan como colectividades.
Tockeville: imaginemos un punto extremo en que la libertad y la igualdad se toquen y se confundan: yo supongo que los ciudadanos concurran allí al gobierno, y que cada uno tenga para ello igual derecho. No difiriendo entonces ninguno de sus semejantes, nadie podrá ejercer un poder tirante, pues, en este caso, los hombres serán perfectamente libres, porque serán del todo iguales, y perfectamente iguales porque serán del todo libres, siendo éste el objeto ideal hacia el cual propenden siempre los pueblos democráticos ... 463 Aunque los hombres no pueden llegar a ser del todo iguales sin ser enteramente libres, y por consecuencia, la igualdad en su último extremo, se confunde con la libertad, hay razón para distinguir la una de la otra. ...463
La libertad se manifiesta a los hombres en diferentes tiempos y bajo diversas formas, y no se sujeta exclusivamente a un estado social, ni se encuentra solo en las democracias; no podría, por lo mismo, formar el carácter distintivo de los siglos democráticos ... El hecho particular y dominante que singulariza estos signos, es la igualdad de condiciones y la pasión principal que agita el alma en semejantes tiempos es el amor a esta igualdad 464... Los pueblos democráticos quieren la igualdad en todas las épocas 465.
Platón se ocupa de la construcción de un orden justo, un orden en el que cada cual ocupa su lugar, un orden violento aunque no exista violencia, un orden donde la opción no es individual aunque la retribución si lo sea. Para Platón, la libertad conduce al caos y es por ello que la sujeción en base a la templanza es la que conduce a la felicidad, la libertad existe solo como una corrupción propia de la democracia. Su interés es construir un orden social que esté determinado por el conocimiento y la reflexión, un orden social que no requiera de la coerción, un orden cuya reproducción se basa en la educación y en la naturaleza propia de los ciudadanos que al ser justos no requieren de la ley.

Marx en base a las conclusiones a las que arriba desde el materialismo dialéctico e histórico niega toda posibilidad de libertad al interior del estado burgués y de todos los modos de producción anteriores pues siempre encuentra como determinante la confrontación y lucha permanente entre clases. Al analizar el capitalismo observará como no existe posibilidad alguna de libertad si se continúa con la lógica de la apropiación privada de los medios de producción por lo cual su propuesta liberadora es el de ir hacia una democracia social más que a una democracia política pues pasa por la estatización de los medios de producción. Para Marx la liberación, la libertad, demanda de la destrucción del estado nacional, de la destrucción de su forma y prácticas de dominación, su meta es lograr la abolición de la propiedad privada y por tanto al alcanzar este objetivo la desaparición del poder político.
Su concepción de la historia es de un curso inevitable de la misma por lo cual convoca a una acción liberadora a todos los proletarios del mundo así, Marx en medio de una narrativa liberadora y muy sugestiva propone cambiar los contenidos de verdades eternas del proyecto de la ilustración sobre los conceptos de libertad y de justicia .
El carácter universal Marx le da a un proceso de liberación que permita emanciparse de toda forma de dominio por tanto su interés no es la dominación en sí misma sino la emancipación y una vez que ésta se alcance la política como acción de clases desaparece.
La obra de Rawls tiene un cierto paralelismo en cuanto al objeto con la de Locke, Rousseau y Kant. Parte de una visión contractual por tanto, la justicia que es su eje temático viene por y del contrato. Recordemos que en Rousseau ese contrato tenía por finalidad el lograr conciliar libertad e igualdad; en Locke la aproximación a la justicia con relación al estado y a la propiedad es la búsqueda de construir un orden justo entre estado y propiedad, entre propietarios y propiedad. El pensamiento de Rawls trascendiendo al liberalismo clásico llega a otras conclusiones; para él, la justicia es sobre todo un requisito, una cualidad racional de los actores y considera que los procedimientos formales no son suficientes para alcanzar la justicia sustantiva.
Es la racionalidad política la que puede construir la posibilidad de la justicia. Para Hobbes la racionalidad podía construirse a partir de la depuración del lenguaje, Scmith no ve posibilidad alguna de contrato sino exclusivamente la confrontación, la guerra, el reconocimiento de amigos y enemigos; Webber, Marx, Gramschi y Scmith analizan la construcción del orden político y social desde la perspectiva del dominador y la voluntad.
Cómo encontrar el eje de la libertad en el pensamiento de Rawls, sin duda a partir de su concepción de la justicia, pues cuando por ejemplo el trata sobre los dos principios constitutivos de la misma, podemos encontrar en el primero de ellos afirma que toda persona debe tener un derecho a la mayor extensión de libertad similar a la libertad de otros y para ello se requieren de instituciones que puedan permitir la realización de esos principios, instituciones como las de la libertad política, de la libertad de expresión, de la libertad económica, y de la libertad del pensamiento.
Es de gran relevancia en el análisis del Rawls cuanto hace referencia al principio de la diferencia, pues para el autor la igualdad de acceso no es natural; y obviamente si ésta no es igual, no se puede acceder con libertad a la misma; y es por ello que considera que esas desigualdades deben ser corregidas por el principio de la diferencia. Sin duda el primer principio de la justicia está claramente vinculado a la riqueza y permite que el menos aventajado de la sociedad tenga igual acceso y oportunidades que los más aventajados y es allí, donde logra disolver las desigualdades que son moralmente inaceptables. Para Rawls igualdad de la libertad tiene un claro contenido institucional.
No es posible libertad sin justicia, libertad sin orden justo, por ello su propuesta busca constituir normas básicas de la sociedad que garanticen que las personas sean libres y que puedan gozar equitativamente de la libertad, lo cual está dentro de las instituciones políticas que organizan las instituciones básicas económicas y sociales para ello.
Sus principios de la justicia deben pasar siempre por tanto por el tamiz de la diferencia y para ello se requiere del conocimiento y la comprensión de los derechos y las leyes, lo cual puede llevar hacia la igualdad democrática que es el orden justo que institucionaliza igualdad y libertad de todas las personas que se caracterizan por ser racionales y razonables.