Fornet-Betancourt, FILOSOFIA INTERCULTURAL

FILOSOFÍA LATINOAMERICANA
DARWIN JIJON LARCO - Doctorado en Filosofía – PUCE– 04 Julio 2002
Prof. Dra. Nancy Ochoa


Filosofía Intercultural
Fornet-Betancourt
1. Sobre "Aprender a filosofar desde el contexto del diálogo de las culturas",

1.1. ¿Cuáles son las tareas de un filosofar que quiere estar a la altura del diálogo intercultural, en qué consiste la transformación intercultural de la filosofía, y cómo la filosofía se universaliza realmente y supera su etapa monológica?
• La transformación intercultural de la filosofía debe entenderse, como un poner la filosofía a la altura de las exigencias reales del diálogo de las culturas.
• Debe tomar ese marco histórico como la referencia fundamental para la averiguación de las exigencias reales del diálogo de las culturas.
• En el contexto actual de globalización de un proyecto civilizatorio que se impone por la fuerza del dictado de una política económica neoliberal, no hay tanto diálogo o interacción cultural como conflicto de culturas.
• El programa de transformación de la filosofía desde la experiencia del diálogo de las culturas tiene que ocuparse previamente con la cuestión de la contextualidad fáctica del diálogo intercultural.
• No hay que empezar por el diálogo, sino con la pregunta por las condiciones del diálogo. Hay que exigir que el diálogo de las culturas sea de entrada diálogo sobre los factores económicos, políticos, militares, etc. que condicionan actualmente el intercambio franco entre las culturas de la humanidad.
• La primera exigencia del diálogo de las culturas es ésta que pide y reclama la revisión radical de las reglas del juego vigentes para crear las bases reales de un diálogo en condiciones de igualdad.
• Formular y articular esta exigencia debe ser también tarea de un filosofar que quiere estar a la altura del diálogo intercultural; es una "tarea previa
• Correspondería a la filosofía ayudar a desenmascarar la contradicción latente fundamental en una contextualidad histórica que convoca al diálogo, y contribuir a explicitar de manera constructiva el reordenamiento de las condiciones del diálogo en el sentido de que éstas deben ser condiciones en las que se reconozca y respete el derecho de cada cultura a disponer de la materialidad necesaria para su libre desarrollo.
• En el marco de la lucha por la contextualidad propia como exigencia real concreta del diálogo intercultural, la filosofía encuentra no sólo el desafío, sino también la posibilidad histórica de rehacerse a partir de la inter-conversación de los universos culturales de la humanidad.
• En ese diálogo por el que se comunica lo propio y se participa en lo diverso, encuentra la filosofía la base histórica necesaria para universalizarse realmente; esto es, para superar la etapa monológica de ubicación preferencial en un universo cultural específico, rearticulándose como un movimiento de universalización compartido que crece desde cada universo cultural específico; pero que, precisamente por ser compartido, supera las limitaciones propias de lo específico o particular correspondiente y va esbozando así un horizonte tejido por la comunicación de las visiones del mundo.
1.2. ¿Cómo concibe Fornet-Betancourt las culturas, y cuáles son los pasos de la "desobediencia cultural" que propone el autor?
• Cultura no significa una esfera abstracta, reservada a la creación de valores "espirituales", sino el proceso concreto por el que una comunidad humana determinada organiza su materialidad en base a los fines y valores que quiere realizar.
• No hay cultura sin materialidad interpretada u organizada por fines y valores representativos y específicos de una sociedad. En positivo: hay cultura allí donde las metas y valores por los que se define una comunidad humana, tienen incidencia efectiva en la organización social del universo contextual-material que afirman como propio porque están en él.
• Las culturas son como universos originarios, pero sin vincular originariedad con aislamiento. La originariedad de las culturas no excluye la interacción; al contrario, la supone como uno de los factores que la posibilita como originariedad histórica, es decir, como originariedad que no se da de una vez por todas, cual entidad metafísica caída del cielo, sino que va naciendo de procesos en los que se discierne precisamente el "dentro" y el "afuera", lo "propio" y lo "extraño", etc
• Son procesos históricos en frontera; y por eso las fronteras que separan a los universos culturales específicos, son al mismo tiempo el territorio donde se pueden descubrir los puentes para transitar de una a otra y constatar la interacción entre ellas.
• Cultura supone además que las culturas no deben considerarse como bloques monolíticos; como manifestaciones del desarrollo de una tradición única y, que en cada cultura hay una historia de lucha por la determinación de sus metas y valores; porque debido a los procesos de interacción por los que va naciendo, genera, al menos como posibilidad, no una sino una pluralidad de tradiciones.
• La función de la filosofía (intercultural) como fomentadora de la "desobediencia cultural" en el interior mismo de cada universo cultural específico:
1. La filosofía intercultural fomenta, primero, la "desobediencia intercultural" como actitud que se genera desde el interior mismo de una cultura y que apunta a la crítica de su forma de estabilización.
2. Fortalecer el derecho de cada miembro de una cultura determinada a ver en su cultura un universo transitable y modificable, un mundo que no se agota en sus tradiciones pasadas o en su forma de estabilización actual, sino que tiene un futuro que debe ser re fundado desde nuevos procesos de interacción.
3. Es decir que no tiene derecho a imponerse a sus miembros corrió la única visión que pueden o deben compartir.
4. La filosofía intercultural cultiva la "desobediencia cultural" como la perspectiva de fondo a cuya luz cada persona humana debe hacer de su cultura "propia" una opción.
5. La filosofía (intercultural) potencia la "desobediencia cultural" porque considera necesario agudizar en cada cultura la conciencia de que sus sujetos deben retomar constantemente el conflicto de tradiciones que trata de ocultar la cara estabilizada de su cultura, para leerlo en la clave de la dialéctica de liberación y opresión - pues, nos parece que es esta dialéctica la que da la clave del conflicto de tradiciones -, y optar por continuar, o, dado el caso, por invertir su cultura desde las memorias de liberación que guarde. "Desobediencia cultural" es, pues, praxis cultural de liberación.
2. Sobre "Supuestos filosóficos del diálogo intercultural", de Raúl Fornet- Betancourt:
2.1. ¿Cómo ve Fornet-Betancourt la necesidad de recurrir a las culturas, no como solución sino camino, ante el desafío de una "barbarie" de alcance planetario?
Fornet Betancourt, tomando el diagnóstico de Sarmiento se pregunta:
• Nosotros tenemos hoy nuestra propia "Barbarie", una "Barbarie" post civilizatoria que se patentiza en la destrucción de las culturas, en la exclusión social, en la destrucción ecológica, en el racismo, en el reduccionismo de nuestra visión de la creación, en el desequilibrio cósmico que genera el modelo de vida propagado por nuestros medios de publicidad, en el hambre y la desnutrición, etc.
• La posibilidad de responder alternativamente a nuestra "civilizada" organización del planeta radica hoy, en el recurso a la diversidad cultural como pluralidad de visiones del mundo.
• Las culturas, no son la solución, pero sí el camino para alcanzar soluciones viables y universalizables.
• Plantea el recurso a la diversidad cultural como propuesta de respuesta ante el desafío planetario de la 'Barbarie" en nuestra "Civilización".
• Las culturas son nuestras "reservas", merecen respeto y reconocimiento incondicionalmente.
• El respeto y reconocimiento de las culturas tienen que ser vistos, como una exigencia ética que apunta, en última instancia, a fundar realmente las condiciones prácticas para que los sujetos de cualquier universo cultural puedan apropiarse, sin consecuencias discriminatorias, las "reservas" de su tradición de origen como punto de apoyo para su propia identidad personal; entendida ésta como un permanente proceso de liberación que requiere una tarea de constante discernimiento en el interior mismo del universo cultural con que se identifica cada persona.
2.2. ¿Cómo entiende el autor la identidad, en relación a los universos culturales?
• En las culturas, por muy coherentes que puedan presentarse, siempre hay espacio práctico para el desarrollo de eso que solemos llamar biografía personal como historia de una vida irrepetible e irrepresentable que busca su realización. Así, en la historia de las culturas, no encontramos sólo el conflicto de tradiciones en pugna por estabilizar en una determinada dirección la cultura con la que se identifica; sino que encontramos también la historia o, mejor dicho, las infinitas historias biográficas de sus miembros; historia de biografías cuyo curso concreto supone una matriz cultural específica, pero no como una envolvente sin ventanas ni como un código sancionado insensible a la influencia de la praxis actual de las biografías en curso.
• Toda cultura, conlleva una tensión dialéctica insoslayable, entre determinación y libertad en el sentido de un proceso abierto de sobredeterminación y de redefinición de los condicionantes culturales.
• En las culturas o, más exactamente dicho, en sus procesos de constitución y de estabilización, encontramos también contradicciones sociales, políticas, económicas, religiosas, etc.; que evidencian las luchas internas que fragmentan y diferencian los universos culturales específicos y que hacen de ellos lugares históricos social y económicamente diferenciados.
• Todo universo cultural concreto, además de la dialéctica ya mencionada de determinación y libertad, conlleva la tensión de la dialéctica de opresión y liberación, confrontando a sus miembros de esta suerte con la tarea de tener que discernir, también a este nivel, lo que llaman "su" cultura y su manera de identificarse con ella.
2.3. Sintetice y evalúe el programa del diálogo intercultural presentado en este artículo.
• Fornet-Betancourt postula la tesis de que el recurso a la diversidad de las culturas es el camino para elaborar alternativas de humanización universalizables ante el desafío de la globalización neoliberal que reduce la realidad del mundo a lo programado en sus políticas y consolida con ello los mecanismos de la exclusión masiva.
• El postulado de la afirmación de la pluralidad cultural se inscribe así, en un proyecto alternativo de comunicación e intercambio entre las culturas como horizontes complejos y ambivalentes, cargados por contradicciones y conflictos internos. A este proyecto alternativo le da el nombre de diálogo intercultural.
• A pesar de la coexistencia táctica de las culturas y de los contactos innegables entre ellas, el diálogo intercultural es más "proyecto" que realidad de hecho
• Ante la globalización como contextualidad absorbente, el diálogo intercultural representa el proyecto o programa para articular una respuesta alternativa que se opone a la integración o asimilación de la alteridad en una supuesta "cultura mundial" monoculturalmente predeterminada, para proponer la transformación y la reorganización de la universalidad del mundo en base a relaciones de cooperación y de comunicación solidarios entre los diferentes universos culturales de la humanidad.
• El diálogo intercultural se entiende además, como método para aprender a relativizar las tradiciones consolidadas como "propias" dentro de cada cultura y, acaso ante todo, para agudizar en las culturas la tensión o el conflicto entre los sujetos o fuerzas interesados en conservar y/o defender y aquellos interesados en transformar.
• El diálogo intercultural implica una especial calidad ética que lo caracteriza como una forma de vida o actitud fundamental teórico-práctica
• El diálogo intercultural tiene, á este nivel, el carácter de un proyecto ético guiado por el valor de la acogida del otro en tanto que realidad con la que se quiere compartir la soberanía y con la cual, por consiguiente, se puede compartir un futuro que no está determinado únicamente por mi manera de comprender y de querer la vida.
• Coautonomía de las personas y cosoberanía de las culturas constituyen, por otra, parte, la perspectiva que informa la finalidad del diálogo intercultural en tanto que proyecto que opone a la estrategia de la globalización neoliberal la alternativa de una universalidad mundializada desde abajo.
2.4. Resuma y evalúe los supuestos filosóficos del diálogo intercultural, según Fornet-Betancourt
• La concepción del ser humano como "universal singular" que asegura la supervivencia histórica de la subjetividad en las culturas y en todo el proceso de la historia de la humanidad en tanto que momento insuperable de constitución y de totalización de sentido.
• Haciendo o apropiándose cultura, el ser humano se transculturaliza, es decir, plantea o replantea la cuestión del sentido en su universo cultural de origen y funda con ello, desde una situación concreta, la posibilidad de la universalidad como movimiento de intelección argumentativa, ya que ese cuestionamiento del sentido es sinónimo de universalización de lo singular o, si se prefiere, intento de comunicación y de unión en la diversidad.
• El principio de la reflexión subjetiva, entendido como nombre de la invariante antropológica de aquel tipo de reflexión que cualifica a todo ser humano en cualquier universo cultural específico como fuente de exterioridad y de indeterminación.
• El cultivo de la libertad como verdadero núcleo duro de la reflexión subjetiva. La libertad, impide la colonización civilizadora de la reflexión subjetiva. El ejercicio de la razón supone la libertad. La razón es una necesidad de la libertad. Dada la contingencia de la libertad, es necesario que la razón aparezca en el mundo.